"Las denuncias interpuestas por el entorno de la víctima de violencia de género representan ya el 23% del total, una cifra histórica", afirma la secretaria de Estado de Igualdad
Laura Seara. / marta g.brea laopinioncoruna.es
ELENA OCAMPO A CORUÑA -
¿Cómo valora los resultados de la encuesta del Ministerio que indican que 600.000 españoles justifican los malos tratos?
-Tengo claro que la sociedad española rechaza mayoritariamente la violencia que sufren las mujeres, con un 91%, y es conocedora del drama que supone. Los datos son positivos, aunque no podemos confiarnos y no nos vamos a distraer.
-Aunque el 1,4% en una encuesta es poco significativo, ¿asusta que ese porcentaje de la población, también mujeres, justifiquen la violencia de género?
-No creo que sean datos extrapolables. Pero sí es ése, un 1,4%, un porcentaje de resistencia que debe hacernos reflexionar. Pero creo que debemos quedarnos con el rechazo tajante de la sociedad española a la violencia machista y a las explicaciones.
-¿Por qué se reducen al 29% las mujeres que acudirían a la policía para denunciar?
-Es posible avanzar en la erradicación de la violencia porque los datos apuntan a una confianza para prevenirla. Es una tarea común y las mujeres que la sufren piden ayuda cada vez más no solo a las instituciones sino a los entornos más cercanos. Se han incrementado las denuncias interpuestas por personas cercanas a las mujeres: familiares, vecinos y vecinas, amigos... Y se alcanza una cifra histórica, la máxima: el 23% de denuncias son presentadas por el entorno de la víctima. Se ha incrementado en siete puntos esa búsqueda de apoyo familiar. Y también hay una parte importante del ámbito sanitario, ya que hay un incremento de denuncias a través del parte de lesiones. No queremos hacer análisis comparativos, huimos de ellos porque no serían coherentes. Me quedo con el dato de 361 denuncias diarias y 183 llamadas, lo que indica que está muy presente en la sociedad.
-Casi la mitad de las mujeres (49%) creen que recurrirían a un familiar si fuesen víctimas de malos tratos. -Se persiguió en el trabajo que se hizo desde el Ministerio implicar al entorno de las víctimas y creemos que se ha producido un cambio de actitud. La mujer ya no lo vive en soledad o con vergüenza. Primero habla con la familia y luego denuncia y eso implica también que se supera ese sentimiento de culpa que había. No son incompatibles las decisiones, porque han aumentado las denuncias. Aunque siguen confiando en las instituciones.
-¿Ya hay visualización social del problema? -El lado más amargo también se muestra en las encuestas. El 70% de la ciudadanía cree que las mujeres no denuncian por miedo y un 32% cree que continúan con el agresor por una dependencia emocional perversa.
-¿Cree en el llamado 'efecto espejo' o 'efecto llamada' en la violencia de género?
-No. Yo siempre defendí la información y la buena información. Tengo la oportunidad de destacar el papel que juegan los medios de comunicación. Tienen un compromiso de responsabilidad y, sobre todo, cuando el 38% de la población conoce la violencia de género a través de ellos. Les debemos una parte muy destacada en la visibilidad que hoy tiene este fenómeno. Es muy importante, además, cuando aún aparecen (en un porcentaje nada despreciable) ciertos mitos y prejuicios que durante años hicieron de la justificación casi una excusa para la pasividad.
-Educación, endurecimiento de penas o concienciación social. ¿Por cuál de estos pilares aboga para atajar esta problemática?
-Yo sigo pensando que la educación es la mejor de las herramientas, junto con las medidas que ya vienen recogidas en la ley integral. Estoy convencida de que el sistema judicial es potente y apuesto por la educación para erradicar esta lacra.
-Siete de cada diez encuestados consideran que los hombres que maltratan a sus compañeras sentimentales tienen problemas psicológicos.
-Tenemos claro que es una creencia errónea que se debe a las drogas, al alcohol, a los problemas psicológicos... La violencia de género es una violencia especial porque es estructural. Tanto, que no siempre se identifica con el problema real, que es la desigualdad histórica y parece que siempre hay que buscar una explicación y no la hay: es ésa, la desigualdad histórica.
-La Xunta ofrece un programa psicológico a hombres para prevenir el maltrato, ¿es inútil entonces?
-Tampoco lo descarto; hay que trabajar desde todos los ámbitos. Pero trato de enfatizar que los roles de dominio son el germen de la violencia contra las mujeres. Es bueno destacar que un 88% de la población considera que el hecho de que una mujer retire una denuncia no representa que sea falsa.
-¿Qué datos dispone el Ministerio con respecto a las víctimas de violencia machista en Galicia?
-El primer trimestre de 2011 se presentaron en Galicia 1.363 denuncias. Actualmente existen en la comunidad 1.072 mujeres con protección policial y 4.201 con atención policial activa. A fecha del 30 de junio, existen 17 dispositivos electrónicos activos y 379 usuarias del teléfono de urgencia. Doce inmigrantes obtuvieron permiso de residencia por ser maltratadas.
Laura Seara. / marta g.brea laopinioncoruna.es
ELENA OCAMPO A CORUÑA -
¿Cómo valora los resultados de la encuesta del Ministerio que indican que 600.000 españoles justifican los malos tratos?
-Tengo claro que la sociedad española rechaza mayoritariamente la violencia que sufren las mujeres, con un 91%, y es conocedora del drama que supone. Los datos son positivos, aunque no podemos confiarnos y no nos vamos a distraer.
-Aunque el 1,4% en una encuesta es poco significativo, ¿asusta que ese porcentaje de la población, también mujeres, justifiquen la violencia de género?
-No creo que sean datos extrapolables. Pero sí es ése, un 1,4%, un porcentaje de resistencia que debe hacernos reflexionar. Pero creo que debemos quedarnos con el rechazo tajante de la sociedad española a la violencia machista y a las explicaciones.
-¿Por qué se reducen al 29% las mujeres que acudirían a la policía para denunciar?
-Es posible avanzar en la erradicación de la violencia porque los datos apuntan a una confianza para prevenirla. Es una tarea común y las mujeres que la sufren piden ayuda cada vez más no solo a las instituciones sino a los entornos más cercanos. Se han incrementado las denuncias interpuestas por personas cercanas a las mujeres: familiares, vecinos y vecinas, amigos... Y se alcanza una cifra histórica, la máxima: el 23% de denuncias son presentadas por el entorno de la víctima. Se ha incrementado en siete puntos esa búsqueda de apoyo familiar. Y también hay una parte importante del ámbito sanitario, ya que hay un incremento de denuncias a través del parte de lesiones. No queremos hacer análisis comparativos, huimos de ellos porque no serían coherentes. Me quedo con el dato de 361 denuncias diarias y 183 llamadas, lo que indica que está muy presente en la sociedad.
-Casi la mitad de las mujeres (49%) creen que recurrirían a un familiar si fuesen víctimas de malos tratos. -Se persiguió en el trabajo que se hizo desde el Ministerio implicar al entorno de las víctimas y creemos que se ha producido un cambio de actitud. La mujer ya no lo vive en soledad o con vergüenza. Primero habla con la familia y luego denuncia y eso implica también que se supera ese sentimiento de culpa que había. No son incompatibles las decisiones, porque han aumentado las denuncias. Aunque siguen confiando en las instituciones.
-¿Ya hay visualización social del problema? -El lado más amargo también se muestra en las encuestas. El 70% de la ciudadanía cree que las mujeres no denuncian por miedo y un 32% cree que continúan con el agresor por una dependencia emocional perversa.
-¿Cree en el llamado 'efecto espejo' o 'efecto llamada' en la violencia de género?
-No. Yo siempre defendí la información y la buena información. Tengo la oportunidad de destacar el papel que juegan los medios de comunicación. Tienen un compromiso de responsabilidad y, sobre todo, cuando el 38% de la población conoce la violencia de género a través de ellos. Les debemos una parte muy destacada en la visibilidad que hoy tiene este fenómeno. Es muy importante, además, cuando aún aparecen (en un porcentaje nada despreciable) ciertos mitos y prejuicios que durante años hicieron de la justificación casi una excusa para la pasividad.
-Educación, endurecimiento de penas o concienciación social. ¿Por cuál de estos pilares aboga para atajar esta problemática?
-Yo sigo pensando que la educación es la mejor de las herramientas, junto con las medidas que ya vienen recogidas en la ley integral. Estoy convencida de que el sistema judicial es potente y apuesto por la educación para erradicar esta lacra.
-Siete de cada diez encuestados consideran que los hombres que maltratan a sus compañeras sentimentales tienen problemas psicológicos.
-Tenemos claro que es una creencia errónea que se debe a las drogas, al alcohol, a los problemas psicológicos... La violencia de género es una violencia especial porque es estructural. Tanto, que no siempre se identifica con el problema real, que es la desigualdad histórica y parece que siempre hay que buscar una explicación y no la hay: es ésa, la desigualdad histórica.
-La Xunta ofrece un programa psicológico a hombres para prevenir el maltrato, ¿es inútil entonces?
-Tampoco lo descarto; hay que trabajar desde todos los ámbitos. Pero trato de enfatizar que los roles de dominio son el germen de la violencia contra las mujeres. Es bueno destacar que un 88% de la población considera que el hecho de que una mujer retire una denuncia no representa que sea falsa.
-¿Qué datos dispone el Ministerio con respecto a las víctimas de violencia machista en Galicia?
-El primer trimestre de 2011 se presentaron en Galicia 1.363 denuncias. Actualmente existen en la comunidad 1.072 mujeres con protección policial y 4.201 con atención policial activa. A fecha del 30 de junio, existen 17 dispositivos electrónicos activos y 379 usuarias del teléfono de urgencia. Doce inmigrantes obtuvieron permiso de residencia por ser maltratadas.
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