La mujer asesinada en Puçol no pidió más medidas de protección

Un cámara de televisión graba la persiana cerrada de
 la peluquería que regentaba la víctima - Foto: La Razón

Las amigas dicen que tenía mucho miedo a su ex pareja

T. Ramos - Valencia-
Al decir de las gentes que conocieron a Mina, la mujer marroquí que murió en la noche del miércoles a manos de su ex pareja, ésta estaba aterrorizada porque su marido rondaba la peluquería donde ella trabajaba.

Sin embargo, fuentes del TSJ explicaron que en ninguna de las dos comparecencias de la mujer ante los tribunales, concretamente el día que la agredió, y más tarde por un presunto quebrantamiento del alejamiento, ni ella, ni su letrado, ni el Ministerio Fiscal pidieron más medidas de protección que las que ya tenía, es decir, el alejamiento y un teléfono móvil de urgencias que le facilitaron los servicios sociales del Ayuntamiento de Puçol. Ayer, la Delegación del Gobierno informó de que en unos días le habría llegado otro sistema de protección similar al facilitado por el municipio.


Desde ese teléfono avisó a la Policía Local y a la Guardia Civil la misma mañana de su muerte, pues su marido, camionero de profesión y de 63 años de edad (23 más que ella), rondaba su negocio. La Policía vigiló la zona, pero no vio nada raro. Él, posiblemente, percibió la vigilancia y esperó a la noche para cometer el crimen, cuando ella estaba sola. La mujer, agonizante, pudo avisar a la Policía de que había sido agredida y en apenas seis minutos llegaron a la peluquería una ambulancia y dos unidades policiales. Fatalmente, las heridas eran mortales y así sucedió al llegar al hospital.

Mina llevaba casi veinte años casada con su asesino y tenían una hija de 17 años. El pasado 17 de agosto su marido le abofeteó en la calle y se ordenó su alejamiento. Ella solo denunció un quebrantamiento de la medida, aunque sus amigas aseguran que éstos eran constantes.