Laura Pollán junto a Guillermo Fariñas, hace un año en la casa del disidente en Santa Clara |
- La líder de las Damas de Blanco murió el viernes en La Habana de un paro cardiaco. Su mano derecha, Berta Soler, es la previsible sucesora
abc.es / CARMEN MUÑOZ / MADRID
Laura Pollán junto a Guillermo Fariñas, hace un año en la casa del disidente en Santa Clara Una disidencia interna cubana desolada se despidió de una de sus figuras más emblemáticas, Laura Pollán, que murió este viernes (madrugada del sábado en España) en La Habana, a los 63 años, de un paro cardiaco después de sufrir complicaciones respiratorias.
Miembros de las Damas de Blanco -el movimiento que Pollán cofundó tras la represiva Primavera Negra de 2003-, otros opositores y diplomáticos de la Sección de Intereses de Estados Unidos despidieron el sábado a esta profesora de Literatura nacida en Manzanillo (provincia de Granma) en 1948.
Varios opositores que residen en otras provincias trataron de sortear los impedimentos de la policía política, en forma de amenazas o retenciones, para acercarse hasta la casa de Laura Pollán en la capital, según informaron a ABC fuentes de la disidencia.
Berta Soler, mano derecha de Laura y su previsible sucesora al frente de las Damas de Blanco, se mostró dispuesta a continuar su lucha a favor de los derechos humanos y la democracia en Cuba, así como por la excarcelación de todos los prisioneros de conciencia. En una conversación telefónica aseguró estar «consternada» por su muerte.
Homenajes
Laura Pollán fue velada y después incinerada. Parte de sus cenizas fueron trasladadas a Manzanillo y el resto serán esparcidas por un campo de flores. De girasoles o gladiolos. Estas últimas son las flores que las Damas de Blanco llevan habitualmente durante su marcha dominical por la quinta avenida de La Habana, después de oír misa en la iglesia de Santa Rita. (Este domingo se celebrará por Laura Pollán; en Madrid, será el próximo día 19 en la iglesia del Espíritu Santo).
El ritual de misa y marcha se repite desde marzo de 2003, cuando el régimen comunista detuvo a 75 disidentes, entre ellos el esposo de Laura, Héctor Maseda. Este opositor fue uno de los últimos en ser excarcelados, el pasado 12 de febrero, tras la mediación de la Iglesia Católica cubana ante la dictadura de Fidel y Raúl Castro.
Durante estos ocho años, Laura Pollán y el resto de las Damas de Blanco no han dejado de sufrir el acoso de las fuerzas de seguridad, con los llamados «actos de repudio» junto a su casa, detenciones y agresiones físicas o verbales.
La respetada disidente fue detenida por última vez el pasado 8 de septiembre, cuando fue «arrastrada por los represores» junto al santuario de la Virgen del Cobre, en Santiago de Cuba, según el relato de Berta Soler. El día 24 soportó un nuevo «acto de repudio» y agresiones. «El 2 de octubre enfermó y el día 7 fue hospitalizada», continuó.
La combinación de dengue, un agresivo virus respiratorio y su diabetes crónica, hizo el resto. Aunque algunos de sus simpatizantes expresaron sus dudas sobre el tratamiento que recibió en el hospital estatal Calixto García, Maseda señaló a Reuters que el equipo médico «intentó salvar la vida de mi esposa hasta el último minuto».
La oposición interna destacó unánime su labor al frente de las Damas de Blanco, consideradas «mercenarias al servicio de Estados Unidos» por el régimen, que también las llama «Damas de Verde» por el color de los billetes de dólar estadounidense que según éste reciben.
A diferencia del Gobierno de La Habana, que respondió con el silencio, Washington elogió el «coraje» de Laura Pollán y su movimiento en su lucha por la libertad, a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
«Laura desafió al miedo de muchos, dio un signo de liberación sostenido en un ambiente donde el terror paraliza y domina a la mayoría», manifestó a Efe Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación y galardonado en 2002 con el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, distinción que las Damas de Blanco recibieron en 2005.
Óscar Elías Biscet, ex preso político del «Grupo de los 75», puso a Pollán como ejemplo del método de la lucha no violenta que se debe seguir contra las dictaduras.
Por último, el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, indicó a Ep que «ha sido una gran pérdida para el movimiento pro derechos humanos y pro democracia en Cuba. Adquirió esta enfermedad, de presunto origen viral, por las condiciones de desventaja que sufrió a causa de los maltratos físicos y psicológicos en su lucha denodada en favor de la libertad de los esposos, hermanos e hijos de las mujeres miembro del movimiento».
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