Detenido un lucense por la desaparición de su mujer en Pontevedra

Ayer se buscó, sin éxito, el cuerpo de la mujer en Teixeiro, en Curtis

lavozdegalicia.es

Una comisión judicial encabezada por la jueza Estela San José, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, y formada por un forense y varios agentes de la Guardia Civil, buscó ayer por la tarde durante varias horas en la zona de Teixeiro, en el municipio coruñés de Curtis, el cuerpo de una mujer, María L. Jiménez Jiménez, de 37 años de edad y de la que nada se sabe desde el pasado domingo, cuando su marido la fue a buscar a la casa de su hermana en Vilaboa (Pontevedra), donde llevaba viviendo un mes por supuestas desavenencias con su marido. Pero el cuerpo no apareció y la comisión decidió emprender el regreso a Lugo pasadas las diez de la noche.

El esposo de la mujer, que fue detenido ayer bajo la acusación de retención ilegal, también estuvo presente en la búsqueda del cuerpo. Algunas fuentes apuntaban ayer la posibilidad de que el hombre habría confesado ante la jueza el homicidio de su mujer, sin embargo esa circunstancia no pudo ser confirmada oficialmente. Lo que sí se sabe es que en un momento de esa declaración de ayer por la tarde la jueza interrumpió el interrogatorio y movilizó al equipo de guardia del juzgado lucense para salir urgentemente en dirección a la localidad coruñesa de Teixeiro, donde se habría desarrollado durante varias horas la búsqueda del cuerpo de la mujer.

La chica fue vista por última vez el domingo por su hermana en Vilaboa. Sobre las dos de la tarde se presentó en la casa el ahora detenido con la intención de llevarse a su compañera para Lugo y solucionar sus problemas conyugales con los familiares de él. Al parecer, él habría introducido a su esposa a la fuerza en el coche. Horas después, el hombre se comunicó con su cuñada por teléfono y le dijo que su hermana había desaparecido cuando pararon en una gasolinera en un punto del camino hacia Lugo. Esa es al menos la versión que ofreció la hermana de la desaparecida en el momento en el que presentó la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Pontevedra. Los agentes de Pontevedra dieron aviso a sus compañeros de la Policía Nacional de Lugo para que localizasen al marido. El hombre, según fuentes cercanas a la investigación, ofreció a los policías nacionales una versión distinta a la que le había dado a su cuñada, por lo que las sospechas se centraron aún más sobre este hombre.

Posteriormente, se hizo cargo del hombre la Guardia Civil, que lo detuvo y lo puso a disposición de la jueza de guardia, ante la que habría admitido ser el autor de la muerte de la mujer, a la que habría abandonado en Teixeiro.

La mujer no había presentado nunca denuncia por malos tratos. Sin embargo, hace alrededor de un año la Policía Nacional recibió una denuncia anónima en la que se alertaba de que podría haber sufrido algún tipo de episodio de violencia en el ámbito familiar, pero ella negó los hechos