"Mahu", durante la decimosexta edición del Festival Zemos98 en el que participó/ Julio Albarrán
La parte negativa de la Europa "real"
"Aquí ser pobre es como si fuese un delito, si eres pobre mucha gente te mira como si no valieses nada. Cuando hablan de una persona marroquí pobre le dicen' moro'. Pero si tiene mucho dinero, no le llaman 'moro' sino 'jeque árabe'.
Otra de las características generales de la sociedad europea que sorprendió a Mactar es "el individualismo". "Veo hombres y mujeres ancianos que viven solos aunque tengan muchos hijos y nietos. Eso para mí es un 'antivalor'", detalla.
Aunque él no tuvo que soportar la caída de expectativas, como mediador cultural de jóvenes migrantes africanos en centros públicos catalanes, conoce muy bien la situación de muchos extranjeros que llegan a España y se encuentran con la inexistencia de trabajo, la "discriminación institucional", o la "marginación".
Además del "racismo institucional" mencionado por Mahu –para el que cita leyes como la reforma sanitaria o la existencia de los CIE–, menciona un "racismo implícito" que "no es tan visible pero que se nota".
"¿Cuántos españoles querrían a un negro en su casa? Si un negro sale con su hija, seguramente no le va a gustar", ejemplifica. "Y esta persona dirá '¿racista, yo? No, no, que yo doy dinero a una ONG para ayudar a los negritos'. Pero su hija sale con un negro y se vuelve loca. Eso es racismo".
"Pobrecito el negrito"
"Muchos europeos siempre miran a los negros africanos como gente pobre e irresponsable. Como si no tuviéramos ninguna responsabilidad sobre aquello que hacemos y no fuésemos conscientes de las realidades. Esto tiene un claro reflejo en la idea de 'pobrecitos los negritos que lo están pasando mal en su países y tienen una mala vida'", crítica con dureza. "Eso no ayuda, provoca que los inmigrantes negros africanos no evolucionen, porque la sociedad no les hace responsables, y deriva en que algunos inmigrantes se complazcan de este paternalismo europeo y vivan en una situación de marginalidad. Deberían mirarnos simplemente como ciudadanos".
Aún no ha puesto en práctica su proyecto pero, cada vez que viaja a su país, intenta transmitir cuál es realmente la situación en España, tanto para los nacionales como para los extranjeros. Les digo que Europa no es lo que nos dicen las películas. No es todo bonito sin ningún esfuerzo. Les digo que la gente está pagando su casa durante toda su vida y, cuando no puedes seguir pagando, les echan de su casa y la deuda continúa, hay gente que se esta suicidando porque se está echando, hay gente que no se separa porque no pueden pagarlo y tienen que estar juntos aguantando. Todo esto tienen que saberlo", continúa.
¿Cuál es su reacción? "La gente se sorprende mucho, porque no es lo que imaginan. Entonces, algunos dicen que se lo pensarán. El objetivo es que repiensen Europa desde África. Tenemos que cambiar la manera de cómo se mira a Europa. Es un trabajo largo que es necesario hacer con paciencia y pedagogía", especifica el senegalés.
"Es un trabajo que tenemos que hacer nosotros, los africanos. A los europeos parece que no les interesa, he intentado obtener financiación de algunas asociaciones de inmigrantes y de instituciones en España, pero no me dieron el apoyo. ¿Cuántos europeos viven de ayudar a los inmigrantes africanos? Muchos, por eso no les interesa. Pero a nosotros se nos están muriendo miles de jóvenes que arriesgan la vida para vivir en Europa... ¿en qué condiciones?"
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