41 vidas no alcanzan el paraíso

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MIGUEL CABRERA-Almería
SORAYA MELGUIZO-Milán

Mueren 18 personas en Lampedusa y 23 siguen desaparecidas en aguas andaluzas.
Entre los no localizados de la patera Almería puede haber hasta siete bebés.
Una lancha de la marina italiana rescata,ayer, a varios supervivientes de la tragedia de Lampedusa. AFP

El Mediterráneo y la pobreza tiñeron de tragedia el primer viernes de diciembre: 18 inmigrantes muertos en la isla de Lampedusa y 23 desaparecidos cerca de Almería es el resultado de la última catástrofe humanitaria a bordo de las pateras que tratan de llegar a Europa desde África.

«Se los llevó el mar». Los equipos de rescate españoles buscaban a 57 personas, según la cooperante que dio la primera voz de alarma, pero en la patera localizada a primera hora de ayer a 23 millas de Almería sólo había 28 agotados inmigrantes subsaharianos y un bebé, cuando las mismas fuentes señalaban que desde Marruecospartieron nueve niños el jueves. «Se los llevó el mar», dijeron los supervivientes a Salvamento Marítimo cuando les rescató ayer por la mañana tras ser avistados por un mercante, más de 24 horas después de que se diera aviso de que la embarcación tenía problemas.

Los primeros testimonios de los rescatados señalaban que en la patera viajaban 51 personas, aunque luego dijeron que los desaparecidos podrían ascender a una treintena... Y que entre ellos habría siete bebés. Entre los desaparecidos se encontrarían dos pequeños gemelos y su hermana, que viajaban con su madre.

En el grupo de los rescatados sólo había un niño de tres años que tuvo que ser evacuado en helicóptero en estado muy grave por hipotermia, al igual que una de las 10 mujeres supervivientes, que estaba embarazada, como otras cinco de sus compañeras. El pequeño ingresó en la UCI pediátrica del Hospital Torrecárdenas, y la mujer en observación.

La terrible desdicha se reflejaba en los rostros de las embarazadasque desembarcaron exhaustas en estado de shock y ansiedad. SegúnCruz Roja, una de ellas les informó de que había perdido a su bebé en el viaje, aunque aún se desconoce qué hizo que una treintena de personas pudiera ser engullida por el mar.

Portavoces de la ONG que dio el aviso a Salvamento dicen que la última llamada desde la embarcación se recibió a las 11.00 horas del jueves, y que aún se oían los llantos de los bebés, aunque en ese momento aún no se había desencadenado la tragedia. Según esta llamada, la patera estaba ya a la deriva porque se había quedado sin gasolina, y los inmigrantes podían ver unos acantilados deAlmería, el paraíso al que se dirigían y por el que habían arriesgado sus vidas.

La pregunta hoy es qué pudo pasar, algo que se espera conocer una vez que se tome una declaración más sosegada a los supervivientes.

De momento, equipos españoles y marroquíes colaboran en la búsqueda de los desaparecidos, como ha manifestado la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, aunque por el tiempo transcurrido todo hace presagiar que difícilmente podrán ser encontrados vivos.

El primer aviso de que la embarcación podía tener problemas se recibió por parte de la integrante de una ONG a las 7.35 horas del jueves, por lo que se activó un amplio dispositivo de búsqueda durante todo ese día sin resultado, a pesar de la participación de hasta tres medios aéreos, los aviones Sasemar 101 y Kuko 501, deSalvamento Marítimo y la Guardia Civil, respectivamente, y elhelicóptero Helimer 211. Junto a ellos también se encontraban dos buques de Salvamento, la Salvamar Denébola y Guardamar Calíope. Todos rastrearon una amplia superficie marítima, comprendida entre la costa de Málaga, el Cabo de Gata e inclusoaguas marroquíes, para lo que se pidió autorización al país vecino.

Los esfuerzos fueron inútiles el jueves. Fue un buque mercante el que en la mañana de ayer viernes localizó a las 9.50 horas la patera y dio aviso a Salvamento Marítimo, ofreciendo las coordenadas. El Helimer 211 la localizó y pronto las dos embarcaciones de Salvamento rescataron a los 28 supervivientes y los trasladó a Almería, donde pisaron tierra firme pasadas las 13.30 horas.

Unas horas antes y más al Este, al menos 18 personas habían muerto de deshidratación e hipotermia en Lampedusa a bordo de la barcaza en la que viajaban procedente de las costas de Libia. Lamarina militar italiana rescató a otras 278 a escasas millas de la isla. Son las primeras víctimas desde el comienzo de la operación europeaTritón.

En noviembre Mare Nostrum, la misión humanitaria puesta en marcha en 2013 por el anterior ministro italiano, Enrico Letta, tras la muerte de más de 350 inmigrantes en Lampedusa, dio el relevo a Tritón, el operativo europeo de control del Mediterráneo que coordina la Agencia Europea de Fronteras (Frontex). Pero la satisfacción delministro de Interior, Angelino Alfano, que había pedido a Bruselasque colaborara en el control de las fronteras, ha chocado con la cruda realidad: los escasos medios empleados por la UE no son suficientes para evitar las muertes en el Mediterráneo, por lo que la colaboración de Italia sigue siendo clave.

En un año, Mare Nostrum salvó a más de 100.000 personas, provenientes de Egipto, Siria, Eritrea y Somalia. Para mantener el operativo, Italia empleó nueve millones al mes mientras que la UE ha destinado una tercera parte (2,9 millones). El operativo italiano contaba con 32 naves de la marina, dos submarinos, aviones y helicópteros, además de movilizar a 900 soldados al día. Para la Tritón, la UE ha enviado cuatro aviones, un helicóptero y tres patrulleras.

«Tritón gestiona fronteras. Es decir, ni ahora ni nunca estará orientada al salvamento de vidas», denuncia Amnistía Internacional