J. M. FRANCISCO COLPISA VALLADOLID
Las dos primeras películas que se presentaron en la sección oficial de la 53 Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) tuvieron protagonismo español: la granadina Chus Gutiérrez estrenó Retorno a Hansala, cuyo argumento se construye a partir del drama de la inmigración, y también se proyectó en la sala del Teatro Calderón La mujer del anarquista, una coproducción española dirigida por Marie Noëlle y Peter Sher sobre las penurias de los refugiados de la Guerra Civil.
Manuela, una mujer apasionada, espera en Madrid el regreso de Justo, a quien ama más que a los grandes ideales o la revolución. Removerá cielo y tierra para reencontrarse con él. Paloma, una niña pequeña, espera a su padre, a quien sólo conoce gracias una fotografía que le retrata como un hombre joven y apuesto. Pero las explosiones de las bombas son la música de su infancia. Crece en la adversidad. A los dieciséis años se enfrenta a un hombre severo y duro, al que le cuesta comprender. En Francia, Justo, un hombre sincero, ha seguido su camino perdiéndolo casi todo durante la Guerra del 36; ya no espera nada. Sin embargo, volverá a encontrarlo todo y el amor se reconciliará con el mundo.
El filme dirigido por Noëlle y Sher se basa en la biografía familiar de esta mujer que vive a caballo entre Munich y París. «El problema de la generación de nuestros padres es que no se atrevieron a hablar con sus padres sobre el pasado», sostiene la realizadora, quien constata la huella del conflicto interno, a pesar de haber pasado setenta años.
El hecho histórico que sirve de pretexto para el título se remonta al periodo entre el 28 de enero de 1939 y el 9 de febrero de ese mismo año. En esas dos semanas cerca de 500.000 españoles entran en Francia por la frontera catalana, pero no hay nada preparado para la acogida. Abandonados por el gobierno galo y amenazados con la inminente invasión de Hitler, los españoles viven en la miseria. Más de 15.000 personas fallecieron en las primeras semanas del exilio.
Pateras
Si en la anterior edición de la Semana Internacional de Cine la Espiga de Oro recayó en una película sobre el drama de la inmigración en el Estrecho (14 kilómetros, de Gerardo Olivares), en la 52 edición otra película reedita la dimensión del drama como pretexto para una historia más compleja. Retorno a Hansala. La andaluza Chus Gutiérrez, autora de títulos como Insomnio o Alma gitana, cuenta el momento en el que se descubre una docena de cuerpos inertes en la playa de Algeciras.
Martín, separado, cuarentón, regenta un tanatorio en Algeciras. Pasa por problemas económicos y dificultades legales. Tras recibir una llamada de la Guardia Civil, se dirige al lugar del siniestro y, mientras recoge los cuerpos, ve un cadáver con un puño cerrado aprisionando un papel. Hay escrito un número de teléfono. Al otro lado de la línea telefónica responde Leila, una mujer marroquí que trabaja en horario nocturno en el mercado de abastos de Málaga. Los dos emprenderán un viaje largo e inesperado.
«Todos tenemos los mismos sueños», declaró en Valladolid la realizadora de un largometraje que se estrena cuando se cumplen cinco años del suceso que inspiró el rodaje.
Manuela, una mujer apasionada, espera en Madrid el regreso de Justo, a quien ama más que a los grandes ideales o la revolución. Removerá cielo y tierra para reencontrarse con él. Paloma, una niña pequeña, espera a su padre, a quien sólo conoce gracias una fotografía que le retrata como un hombre joven y apuesto. Pero las explosiones de las bombas son la música de su infancia. Crece en la adversidad. A los dieciséis años se enfrenta a un hombre severo y duro, al que le cuesta comprender. En Francia, Justo, un hombre sincero, ha seguido su camino perdiéndolo casi todo durante la Guerra del 36; ya no espera nada. Sin embargo, volverá a encontrarlo todo y el amor se reconciliará con el mundo.
El filme dirigido por Noëlle y Sher se basa en la biografía familiar de esta mujer que vive a caballo entre Munich y París. «El problema de la generación de nuestros padres es que no se atrevieron a hablar con sus padres sobre el pasado», sostiene la realizadora, quien constata la huella del conflicto interno, a pesar de haber pasado setenta años.
El hecho histórico que sirve de pretexto para el título se remonta al periodo entre el 28 de enero de 1939 y el 9 de febrero de ese mismo año. En esas dos semanas cerca de 500.000 españoles entran en Francia por la frontera catalana, pero no hay nada preparado para la acogida. Abandonados por el gobierno galo y amenazados con la inminente invasión de Hitler, los españoles viven en la miseria. Más de 15.000 personas fallecieron en las primeras semanas del exilio.
Pateras
Si en la anterior edición de la Semana Internacional de Cine la Espiga de Oro recayó en una película sobre el drama de la inmigración en el Estrecho (14 kilómetros, de Gerardo Olivares), en la 52 edición otra película reedita la dimensión del drama como pretexto para una historia más compleja. Retorno a Hansala. La andaluza Chus Gutiérrez, autora de títulos como Insomnio o Alma gitana, cuenta el momento en el que se descubre una docena de cuerpos inertes en la playa de Algeciras.
Martín, separado, cuarentón, regenta un tanatorio en Algeciras. Pasa por problemas económicos y dificultades legales. Tras recibir una llamada de la Guardia Civil, se dirige al lugar del siniestro y, mientras recoge los cuerpos, ve un cadáver con un puño cerrado aprisionando un papel. Hay escrito un número de teléfono. Al otro lado de la línea telefónica responde Leila, una mujer marroquí que trabaja en horario nocturno en el mercado de abastos de Málaga. Los dos emprenderán un viaje largo e inesperado.
«Todos tenemos los mismos sueños», declaró en Valladolid la realizadora de un largometraje que se estrena cuando se cumplen cinco años del suceso que inspiró el rodaje.
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