"Un novio para Yasmina", única película española en competición en el Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier (sureste de Francia), es una "comedia de enredo" que refleja los problemas de la inmigración pero, esencialmente, la vida cotidiana de personas normales.
EFE laopinion.es
Así lo explicó hoy a Efe su directora, la extremeña Irene Cardona, que ha buscado precisamente contar la vida normal de una serie de personajes, unos inmigrantes y otros no, y el nivel de integración de todos ellos. Porque "cuando hablo de la integración no es sólo de la de los inmigrantes". Se trata de "un conflicto más amplio entre el individuo y la sociedad" de cómo cada uno puede posicionarse en la sociedad de forma diferente, explicó. La ópera prima de esta cineasta cuenta la historia de Yasmina, una joven marroquí que vive en un pequeño pueblo de Extremadura y que, tras romper con su novio, busca un hombre con el que casarse para regularizar su situación y así poder ir a la universidad. Una comedia romántica sobre "las pequeñas torpezas que todos cometemos para encontrarnos con el otro", explica Cardona, rodeada de Saana Alaoui, que interpreta a la Yasmina del título, y de Paca Velardiez, en el papel de Mari, que se ocupa de una asociación de integración de inmigrantes. "La inmigración es un asunto importante", explicó Cardona, que recuerda su procedencia de una pequeña región en la que hay muchos inmigrantes, principalmente de Marruecos. La realizadora trabajó incluso en la asociación "Cáceres acoge" de la que su madre es coordinadora en su oficina de Navalmoral de la Mata, tiene muchos amigos inmigrantes y ha conocido de cerca el tema de los matrimonios de conveniencia ya que un amigo cubano le propuso casarse para obtener los papeles. Pero, agregó, "cuando comencé a analizar todo eso me di cuenta de que la inmigración no es una tragedia, es una realidad. Hay historias de amor y de solidaridad". "El mundo es un lugar trágico, pero eso no quiere decir que debamos abandonarnos o resignarnos. Siempre hay algo que se puede hacer". Y de ahí surgió la necesidad de contar la historia de Yasmina y de hacerlo en clave de humor. Para ello cuenta con unos personajes en continuo conflicto, como es el caso de Alfredo, papel que interpreta José Luis García Pérez, un español nada integrado socialmente y que se limita a ver pasar la vida. "No niego que hay otro tipo de problemas, que también quedan reflejados en la película, como el recelo y la frustración del hermano de Yasmina", explicó Cardona, cuya intención ha sido hacer una "comedia de las cosas cotidianas". Y llegar así a la gente con una "historia de personajes diferentes" y cada uno de ellos singulares a su manera. "No he pretendido hacer una tesis sobre la inmigración", sino mostrar la normalidad de la vida de unas personas, añade. En el mismo sentido, Paca Velardiez hace hincapié en que "somos todos iguales, compartes ideas, comentarios. Hay culturas diferentes pero todos somos iguales". Velardiez, natural de Almendralejo, donde hay una fuerte colonia de inmigrantes, considera que la diferencia entre la gente es más una cuestión de costumbres. "Le damos a veces demasiado importancia a las palabras. Las cosas son más reales y naturales". Una comedia que ha creado cierta polémica con su cartel, en el que aparece la protagonista cubierta con un velo -en contra del deseo de la directora-, una imagen que no refleja la realidad cómica de "Un novio para Yasmina". Un filme que ganó tres premios en el último Festival de Málaga y que, tras Montpellier, irá a la Seminci de Valladolid y al Festival de Dubai. Y a la espera de que se concrete el interés mostrado por otros muchos, como es el caso del de Sundance (Estados Unidos).
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