El presidente del Instituto de Estudios Económicos dice que la primera economía europea necesita incorporar al menos 500.000 inmigrantes al año para garantizar su fortaleza
RAMIRO VILLAPADIERNA / BERLÍN -abc.es
La economía alemana necesitaría "urgentemente" decenas de miles de nuevos trabajadores extranjeros al año, por más que arrecie la controversia sobre la desnaturalización del estado del bienestar y que uno de cada cinco ciudadanos diga apoyar las tesis anti-inmigración del polémico directivo del Bundesbank Thilo Sarrazin.
El presidente del Instituto de Estudios Económicos de Alemania (DIW) avisa en una entrevista que la primera economía europea necesita incorporar al menos 500.000 inmigrantes al año para garantizar su fortaleza económica y contener su envejecimiento. "La situación no mejorará hasta que la UE no integre a Turquía", advierte.
En palabras al Hamburger Abendblatt, Klaus F. Zimmerman muestra cómo desde 2015 Alemania perderá cada año 250.000 ciudadanos, por lo que el número de trabajadores que requerirá el mercado laboral alcanzará los tres millones, "sobre todo mano de obra cualificada".
Trabajadores con formación
El responsable de unos de los principales institutos económicos matiza que el porcentaje de empleados con baja cualificación irá sin embargo aumentando, al tiempo que prosigue el envejecimiento del mercado laboral. Por todo ello la economía requiere incorporar trabajadores con formación.
Añade que "Alemania debe señalizar de manera ofensiva que desea recibir fuerzas cualificadas. La inmigración en el futuro deberá estar orientada al mercado laboral y a las necesidades a corto plazo: quien tenga un trabajo podrá venir hasta 5 años".
De otro modo el desequilibrio está alimentando "enormes problemas financieros" al tener que financiar el sistema de la Seguridad Social con menos trabajadores y "la necesidad de retrasar la edad de jubilación hasta los 70... y ni esto será suficiente ".
El retroceso poblacional traerá consigo un descenso del Producto Interior Bruto. "El bienestar se reducirá, sobre todo en regiones despobladas como Meckelmburgo-Antepomerania. Nuestros seguros sociales como las pensiones se verán financiados por cada vez menos trabajadores, lo que traerá consigo problemas financieros".
Puntos para una inmigración permanente
Alemania necesitaría en su opinión "un sistema de puntos para una inmigración permanente como la que practican Australia o Canadá, países en los que resulta determinante la formación", señala el presidente del DIW. "Hasta ahora no hemos dirigido la inmigración por las necesidades del mercado laboral, y la formación e integración de los inmigrantes no se ha conseguido".
En cuanto a la inmigración turca -más de 3 millones de este origen residen en Alemania-, Zimmermann destaca que desde los 50 llegaron "inmigrantes sobre todo del campo, mientras los turcos con mejor formación emigraron a Estados Unidos". Hoy la segunda y tercera generación "busca trabajo en los mismos sectores que sus padres, pero esas profesiones ya no tienen tal demanda".
Tales requerimientos económicos contrastan con la opinión pública que, a seguido de la polémica por el libro del político socialdemócrata Thilo Sarrazin ("Alemania se auto-disuelve"), revela que casi uno de cada cinco alemanes votaría un partido liderado por el hoy consejero del Bundesbank.
Apoyo a las tesis de Sarrazin
Una encuesta del instituto Emnid muestra que un 48% de los ciudadanos alemanes comparte con Sarrazin la tesis de que la inmigración de extranjeros ha tenido más costes que beneficios, frente a un 36% que lo niega. Y un 64% apoya la exigencia del ex consejero de Finanzas de la capital de que se recorten las prestaciones a aquellos inmigrantes con deficiente voluntad de integración.
Thilo Sarrazin, que ha dimitido del Bundesbank después de que sus compañeros de gremio exigieran su cese por sus tesis de tinte xenófobo y sus críticas de "incapaces" y/o "desinteresados", cuando no "bobos" hacia los inmigrantes de origen musulmán, sería votado por un 18% de los consultados. Un 61% no comulga con la afirmación de Sarrazin, que podría ser expulsado del Partido Socialdemócrata.
La canciller federal, que ha condenado tales opiniones, invita a «no hablar tanto sobre el señor Sarrazin, sino sobre el gran tema de la integración. Él no aporta nada a la solución del problema, es más, la dificulta con sus prejuicios estereotipados y divide a la sociedad". Pero a la hora de abordar una deficiente integración de muchos musulmanes reconoce que «no podemos en tres, cuatro años corregir las omisiones de los últimos 30 años. Esto dura más que un periodo legislativo».
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