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La Guardia Civil ha abierto una investigación para confirmar si la provincia de Alicante fue escenario, ayer, de un nuevo asesinato machista. Todos los indicios apuntaban anoche en esa dirección: un individuo de 45 años habría matado a puñaladas a su mujer, de 30, y quemado después su cuerpo en el ático que ambos compartían, en el número 12 de la calle de La Pau de la localidad de Mutxamel. La autopsia deberá certificarlo, pero fuentes oficiales del Ayuntamiento dieron a última hora total validez a esa hipótesis al convocar de forma urgente para hoy un pleno extraordinario y una concentración "de repulsa contra este acto de violencia de género".
Además, la Policía Judicial dispone de múltiples indicios para sustentar sus sospechas. Por un lado, en el suelo había abundantes rastros de sangre que no se correspondían con el pequeño corte que él presentaba en un dedo. Y, en segundo lugar, el cuerpo de la fallecida había sido rociado con gasolina y presentaba signos de heridas por arma blanca. Este extremo también tendrán que confirmarlo los forenses, pues el cadáver estaba totalmente calcinado.
En cuanto al móvil del crimen, no debe distar en exceso de los demás casos de violencia sexista que acaban cada año con decenas de mujeres en las morgues del país. La pareja se encontraba en trámites de separación. No está claro si habían iniciado ya las acciones judiciales, pero sí sus intenciones de hacerlo. Tampoco constan antecedentes por malos tratos anteriores. Los padres de la chica, que proceden de Burgos, estaban declarando anoche sobre ése y otros detalles de la relación.
Carbonizada
Por su parte, el presunto asesino se encontraba ingresado en el Hospital Universitario de Sant Joan bajo custodia policial. El sospechoso había sido intubado y aún no ha sido detenido, según fuentes de la Comandancia de Alicante. Su vida no corre peligro, pero tampoco está en condiciones de prestar declaración.
Los hechos ocurrieron poco antes de las tres de la tarde, cuando varios vecinos alertaron a través del teléfono 112 de que una vivienda estaba ardiendo. Los bomberos del Consorcio Provincial accedieron al ático por la puerta principal y una ventana y encontraron al hombre y a su perro inconscientes y tumbados en una de las habitaciones. Una vez controlado el fuego, se toparon con la fallecida. Su cuerpo yacía carbonizado en la cocina, lugar donde se originaron las llamas. El presunto asesino fue asistido por personal sanitario y, después de recobrar la consciencia, solicitó a los médicos no ser trasladado a un centro hospitalario.
La juez de guardia de San Vicente del Raspeig dirigió en persona la inspección ocular de la vivienda y decretó luego el secreto de sumario mientras la alcaldesa de Mutxamel, Asunción Llorens, reunía de urgencia a los portavoces de todos los grupos políticos municipales.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para confirmar si la provincia de Alicante fue escenario, ayer, de un nuevo asesinato machista. Todos los indicios apuntaban anoche en esa dirección: un individuo de 45 años habría matado a puñaladas a su mujer, de 30, y quemado después su cuerpo en el ático que ambos compartían, en el número 12 de la calle de La Pau de la localidad de Mutxamel. La autopsia deberá certificarlo, pero fuentes oficiales del Ayuntamiento dieron a última hora total validez a esa hipótesis al convocar de forma urgente para hoy un pleno extraordinario y una concentración "de repulsa contra este acto de violencia de género".
Además, la Policía Judicial dispone de múltiples indicios para sustentar sus sospechas. Por un lado, en el suelo había abundantes rastros de sangre que no se correspondían con el pequeño corte que él presentaba en un dedo. Y, en segundo lugar, el cuerpo de la fallecida había sido rociado con gasolina y presentaba signos de heridas por arma blanca. Este extremo también tendrán que confirmarlo los forenses, pues el cadáver estaba totalmente calcinado.
En cuanto al móvil del crimen, no debe distar en exceso de los demás casos de violencia sexista que acaban cada año con decenas de mujeres en las morgues del país. La pareja se encontraba en trámites de separación. No está claro si habían iniciado ya las acciones judiciales, pero sí sus intenciones de hacerlo. Tampoco constan antecedentes por malos tratos anteriores. Los padres de la chica, que proceden de Burgos, estaban declarando anoche sobre ése y otros detalles de la relación.
Carbonizada
Por su parte, el presunto asesino se encontraba ingresado en el Hospital Universitario de Sant Joan bajo custodia policial. El sospechoso había sido intubado y aún no ha sido detenido, según fuentes de la Comandancia de Alicante. Su vida no corre peligro, pero tampoco está en condiciones de prestar declaración.
Los hechos ocurrieron poco antes de las tres de la tarde, cuando varios vecinos alertaron a través del teléfono 112 de que una vivienda estaba ardiendo. Los bomberos del Consorcio Provincial accedieron al ático por la puerta principal y una ventana y encontraron al hombre y a su perro inconscientes y tumbados en una de las habitaciones. Una vez controlado el fuego, se toparon con la fallecida. Su cuerpo yacía carbonizado en la cocina, lugar donde se originaron las llamas. El presunto asesino fue asistido por personal sanitario y, después de recobrar la consciencia, solicitó a los médicos no ser trasladado a un centro hospitalario.
La juez de guardia de San Vicente del Raspeig dirigió en persona la inspección ocular de la vivienda y decretó luego el secreto de sumario mientras la alcaldesa de Mutxamel, Asunción Llorens, reunía de urgencia a los portavoces de todos los grupos políticos municipales.
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