El Pleno del Congreso aprobó hoy una proposición no de ley del Grupo Socialista para reforzar los programas de cooperación al desarrollo con las asociaciones africanas y países afectados por el fenómeno migratorio de los cayucos.
La iniciativa, defendida por el diputado del PSOE Juan Moscoso del Prado, tiene entre sus objetivos que la cooperación española siga consolidando los programas de microcréditos para financiar proyectos económicos y de formación que faciliten nuevos puestos de trabajo tanto a mujeres como a jóvenes, a fin de que no se vean obligados a emigrar.
El parlamentario socialista justificó dicha propuesta ante la difícil situación económica por la que atraviesan muchos países de África -especialmente Senegal-, inmersos en la crisis de la pesca y la agricultura tradicional. Esta situación se ve endurecida todavía más por la subida de los precios del carburante, la sequía y la desertización.
En su intervención, Moscoso del Prado también destacó que a través de esta iniciativa "se apuesta por promover la participación y atender las preocupaciones de las comunidades pesqueras tradicionales de los países afectados en las correspondientes negociaciones de la Unión Europea en materia de pesca".
Además, el parlamentario socialista explicó que "otra de sus finalidades es colaborar con estas asociaciones en la difusión en los países de origen de los riesgos que entraña la inmigración ilegal en cayucos, así como el abuso de las mafias".
Entre otros objetivos, también señaló "la necesidad de sensibilizar a la sociedad española sobre el drama de la inmigración irregular africana, no sólo como un problema para nosotros, sino como una tragedia que están sufriendo miles de familias destrozadas".
En este sentido, el parlamentario socialista reflexionó sobre el drama de la inmigración clandestina que "tiene su rostro más amargo en las decenas de miles de jóvenes que arriesgan sus vidas en cayucos buscando un futuro mejor, un viaje que con mucha frecuencia termina ahogándose en el océano".
Una tragedia, según dijo, que tiene nombres y apellidos en Yaye Bayam, una madre senegalesa cuyo único hijo murió en un cayuco que pretendía llegar a Canarias. Esta senegalesa, impulsora de la asociación Madres y Viudas de los Cayucos mediante la que lucha para construir un futuro digno para sus hijos, trasladó recientemente su testimonio a una delegación de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo en un encuentro en el que.
En declaraciones a Servimedia, Moscoso expresó su satisfacción por la aprobación de esta proposición no de ley, que "intenta reforzar los programas de cooperación al desarrollo" con las asociaciones de personas afectadas por "el drama de los cayucos".[actualidad]
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