Efe / Benalmádena (Málaga)
Los expertos asistentes ayer al segundo Simposio de Pediatría sobre Enfermedades Infecciosas en Benalmádena constataron que las carencias afectivas repercuten en el sistema inmunológico de los niños que las sufren.
"La carencia afectiva influye como un determinante más sobre la calidad de la respuesta inmunitaria, o lo que es lo mismo en los mecanismos de defensa del niño frente a la infección", manifestó el doctor Antonio Muñoz.
En Andalucía este tipo de trastornos afectan a un número de niños en régimen de acogimiento, de los que un 50% son inmigrantes. Además, varios estudios han demostrado que el retraso en el crecimiento también se debe a estas carencias, debido a una inhibición del sistema hipófiso-adrenal, que en casos "límite" puede impedir la producción adecuada de ciertas hormonas, dando como resultado niños con una talla inferior a la normal.
La adaptación a los cambios de luz y oscuridad es "más lento", ya que la melatonina, hormona que regula este tipo de cambios, está muy por debajo de la que se correspondería con la de un niño normal a esa edad, mientras que los trastornos en el comportamiento son otro tipo de patología asociada, producidos por un grado importante de estrés y de ansiedad.
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