Mentiras sobre la inmigración en tiempos de crisis

Por EUGENIA REDONDO (SOITU.ES) / RIVAS VACIAMADRID (MADRID).-

En tiempos de crisis, se busca culpable. En muchas partes del mundo no ha costado mucho encontrarlo: los inmigrantes. Mensajes como el del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, prometiendo resolver el problema del paro dejando de contratar inmigrantes en origen (declaraciones que contradecía la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, menos de 24 horas después), o el célebre contrato de inmigración (cuyos puntos hay que cumplir por ley sin necesidad de contrato, tanto nacionales como foráneos) que propuso el líder de la oposición, Mariano Rajoy, durante la campaña electoral, tienen poca validez legal, pero mucho peso ideológico, confunden a la población, y afectan a un colectivo de la sociedad muy vulnerable en derechos.
Así lo ven los asistentes (más de 3.000) al III Foro Social Mundial de las Migraciones celebrado en Rivas Vaciamadrid, que han aprovechado la cita para desmontar algunos de los mitos que rodean al fenómeno migratorio y a sus protagonistas, y que han acentuado el racismo, la xenofobia y el rechazo a los inmigrantes.

• El inmigrante es un hombre adulto

Es uno de los puntos más tratados durante el ciclo de conferencias y actividades del Foro. La mujer es, cada vez más, la protagonista del fenómeno migratorio. Claudine Blasco, del Comité Científico de Attac France, habla de un 52% de mujeres que han tenido que abandonar sus países, muchas veces solas y sin sus hijos, para buscarse una vida mejor. Según ella, "las mujeres se han incorporado a este fenómeno atendiendo a la demanda de los países desarrollados en materia biosanitaria", en especial para dedicarse al cuidado de enfermos y ancianos, aunque también para otras labores como el trabajo doméstico y servicio de limpieza. Su colega Elen Aclan, presidenta del Foro de los Migrantes de Asia, denuncia que, "en muchos casos, las mujeres están realizando los trabajos más precarios". Su condición les hace más vulnerables y a veces tienen que soportar situaciones de acoso por ser mujeres. A esto se suma, recuerda Blasco, "que las mujeres son las principales víctimas de la trata de blancas".

• Los inmigrantes aumentan el paro

Blasco cree que esto no es cierto. Según ella, "la inmigración permite ajustar los mercados y en tiempos de crisis son los primeros en ser despedidos". Por otro lado, "es un hecho constatado que la mayor parte de los inmigrantes realizan los trabajos que los nacionales no están dispuestos a hacer, por su penosidad, porque son denigrantes, o porque las condiciones económicas son muy precarias", añade.

• Todos los inmigrantes son iguales

Resulta casi una obviedad el hecho de tener que desmentir que "todos los inmigrantes son iguales". Tanto Blasco como Aclan recuerdan que existen inmigrantes económicos, refugiados, desplazados, pero también otro tipo de migrantes que no son los que conocemos tradicionalmente, como son los inmigrantes ecológicos, los socioculturales, y aquellos que se han visto obligados a marcharse de su país por motivos personales.
Sin embargo, cree Claudine Blasco que uno de los errores que impide la aplicación de políticas efectivas en materia de inmigración es "la división de los migrantes en categorías, ya que impide una política global y le resta poder a la comunidad inmigrante en su conjunto". En su opinión, hay un interés de los políticos en tratar de evitar que la comunidad inmigrante se organice. "Ahora se hacen divisiones entre refugiados, inmigrantes económicos, expatriados, etc", señala. Estos intentos, en su mayoría, han sido exitosos, y hoy apenas existe un movimiento social cohesionado a favor de los derechos de los inmigrantes.

• Los movimientos migratorios se producen del Sur al Norte (en términos de desarrollo)

Los movimientos entre países subdesarrollados, los llamados movimientos horizontales, no son un fenómeno actual. En África, Asia y América Latina y Caribe, se han acentuado a lo largo de los años. Pero no son nuevos. Blasco pone el ejemplo de la emigración de Bangladesh a la India o de Perú a Argentina, pero también tenemos los casos en los que la migración se produce de Nicaragua a Costa Rica, de Haití a República Dominicana, por citar sólo algunos casos. También en estos países se cometen violaciones de derechos humanos con los inmigrantes, como ha denunciado en el Foro el Relator Especial de la ONU para los Derechos de los Migrantes, Jorge Bustamante, que lo sabe, no sólo por su papel en las Naciones Unidas, sino por su origen mexicano. México es a la vez un país 'exportador' de migrantes que pasan la frontera de Estados Unidos, y receptor de mucha gente que huye de Centroamérica.

• Son los pobres los que emigran

Esto no quiere decir que los que emigren sean ricos o les sobre el dinero, pero Blasco resalta que "la mayor parte de los que deben abandonar sus países por falta de oportunidades, deben contar con el nivel adquisitivo suficiente como para comprar un pasaje a otro país que por lo general, son muy costosos, como por ejemplo un billete de avión de América Latina a España, o una embarcación ilegal por cuyo pasaje se paga un alto precio".
Recuerda también que "en muchos casos, los inmigrantes son titulados universitarios", algo que en nuestro país sabemos bien, ya que no son pocos profesionales españoles que se trasladan a otro país (normalmente de la Unión Europea), en las que su trabajo está mucho mejor retribuido. Blasco explica que "la fuga de cerebros es muy perjudicial para los países de origen", ya que frena el desarrollo de los países que carecen de profesionales.

• Los Gobiernos no quieren que sus ciudadanos emigren
  

Sin embargo, el hecho, de que la fuga de cerebros sea muy dañina para la economía y el desarrollo global de un país, no significa necesariamente que las autoridades de ese país estén en contra de que sus cuidadanos emigren a otros lugares del mundo. Según Elen Aclan, "Gobiernos y sector privado están muy interesados en que continúen saliendo de sus países personas", que después van a enriquecer mucho a determinadas empresas gracias a las remesas que envían a sus familias