2009/04/12

¿Inmigrantes o cosmopolitas?

El Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) presenta la exposición ‘Barcelona conectada, ciudadanos transnacionales.
Crecimientos migratorios y prácticas urbanas’, dentro del programa Barcelona Diálogo Cultural, con la colaboración de la Fundación Jaume Bofill.
La muestra reflexiona sobre algunas innovaciones en la vida urbana de esta última década de intenso aporte humano y sobre el día a día en las relaciones prácticas, agrupadas en cinco ámbitos: “Imaginarios”, “Conexiones”, “Intimidades”, “Negocios” y “Asimetrías”.
La exposición analiza cómo las relaciones entre unos y otros, más allá de los orígenes culturales, modelan una ciudad cada vez más globalizada. Al final de este recorrido, se aborda, ya en clave rigurosamente histórica, la relevancia de los sucesivos aportes migratorios en la conformación de la metrópoli de Barcelona en los tiempos contemporáneos, e intenta hacer un balance de la ciudad de 1900, 1930, 1975 y 2007.
‘Barcelona conectada, ciudadanos transnacionales...’ se enmarca en la línea de exposiciones centradas en todos los aspectos históricos que contribuyeron a la formación de la Barcelona actual, dentro del programa de exposiciones temporales sobre la Barcelona moderna y contemporánea que organiza el Museo de Historia de Barcelona (MUHBA).
La ciudad inesperada
Un objetivo del proyecto olímpico era situar Barcelona en el mapa. El proceso ha tenido éxito, pero de una manera imprevista: la internacionalización no se ha producido sólo entre las élites y las actividades de tecnología avanzada o en manos de las grandes empresas, sino que ha afectado a la totalidad de la población y al conjunto de la economía. Barcelona se ha convertido en una ciudad global.
La adaptación no siempre resulta fácil, ni para los inmigrantes ni para quienes los reciben, pero a lo largo de la historia los inmigrantes siempre han supuesto un caudal de capital social para el progreso de la ciudad.
En la década de 1998 a 2007 los ciudadanos de la metrópoli aumentaron y se diversificaron.
Como en anteriores episodios de crecimiento migratorio, los recién llegados se han ocupado en los trabajos más duros y peor pagados, pero su condición ha sido más variada que nunca.El flujo migratorio ha implicado a toda la ciudad, desde la construcción, la industria y los comercios hasta los trabajos domésticos, los despachos profesionales y las universidades.
¿Inmigrantes o cosmopolitas?
Los calificativos se diluyen cuando muchos nuevos ciudadanos, independientemente de su situación, condición y origen, establecen, gracias a los avances en las comunicaciones en tiempo real, conexiones frecuentes más allá de las fronteras: vínculos transnacionales propios de una gran metrópoli dentro de la red urbana mundial.
¿Marcará la crisis la entrada en otro período diferente?
La exposición se interroga sobre algunas innovaciones en la vida urbana asociadas a este cambio humano, sobre los cambios asociados a las relaciones prácticas entre unos y otros, para abordar, al final del recorrido, el papel de los recién llegados en la conformación de la metrópoli contemporánea.
Porque la historia de Barcelona no puede explicarse sin el capital social aportado por las sucesivas olas migratorias al progreso de la ciudad.

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