F. M. ORTEGA MOTRIL
Los profesionales del centro de salud de San Antonio de Motril guardaron ayer cinco minutos de silencio para expresar, de esa forma, su rechazo a la violencia que se registra en los centros sanitarios, el último episodio sucedido con uno de sus compañeros.
La repulsa por la agresión sufrida por un médico pediatra de este centro de salud, a manos de un usuario que intentaba que atendieran a un menor de forma inmediata -sin respetar el turno y sin solicitar cita- es una cuenta más de un largo rosario de violencia contra los profesionales sanitarios.
A las doce del mediodía, con rostro serio, se concentraban a las puertas del edificio. Saben que si no denuncian hechos como éste la sociedad no tomará conciencia de lo que ocurre y será difícil acabar con el problema. Según la gerente del Área de Gestión Sanitaria Sur, Ángela Palacios, las medidas del Plan de Prevención y Atención de Agresiones de la Consejería de Salud son suficientes, pero «nada es capaz de proteger al cien por cien a las personas. Necesitaríamos un guardaespaldas y eso no es posible». Por ello aboga para que la sociedad tome conciencia y que no vuelva a haber más agresiones.
El médico golpeado, un pediatra del centro de salud, permanece de baja en su casa recuperándose de la agresión, más que de las secuelas físicas de las psicológicas, porque no ha habido lesiones de gravedad, mientras el agresor ha sido denunciado por los hechos acaecidos. «Esta es una gota más que se une a la desmotivación de los profesionales que trabajan con la presión de la agresividad de la gente, tanto física como verbal», declaró Palacios.
Junto al apoyo testimonial de sus compañeros el médico agredido ha recibido otros testimonios solidarios. El equipo de gobierno motrileño ha expresado en una nota de prensa su solidaridad, a la vez que señalaba «su preocupación por la situación que soportan los médicos y enfermeros de la sanidad pública en el municipio, ante la falta de personal y de seguridad», y por ello solicita a la Junta de Andalucía medidas que garanticen la seguridad de los profesionales sanitarios.
Intolerables
Por su parte, el grupo socialista expresó su condena y repulsa por este hecho y señaló que «agresiones como esta son totalmente intolerables, sobre todo cuando los profesionales están realizando su labor con total honestidad y preocupación por los pacientes». Finalmente, el sindicato de Sanidad de CCOO lamentaba que, a pesar del protocolo de actuación que considera delito la agresión a cualquier trabajador del SAS, sucedan situaciones lamentables como la vivida antes de ayer por este pediatra.
Para el sindicato es imprescindible «promover la prevención de estas situaciones de violencia, trabajando desde la formación y la información a los profesionales y a la población en general», y pide más concentraciones como la ocurrida en el centro de salud de San Antonio, porque además de apoya al trabajador agredido, suponen un acto de concienciación de la opinión pública.
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